viernes, 8 de julio de 2016
Quitu - Cara
REGIÓN: Sierra
Ubicación: provincia de Pichincha
lengua: kichwa y castellano
Población: viven en Calderón. Carapungo, Llano Chico, y Llano Grande
TERRITORIO: El 40% de las tierras no se encuentran legalizadas
vestimenta: su vestimenta esta basada en faldas largas plizadas para las mujeres con blusas de mangas anchas con bordados, usan la fachalina, huaicas. El hombre pentalón de tela, camisa y un sombrero.
VIVIENDA: en la actualidad sus viviendas son de cemento y ladrillo con tejas de sinc.
Economía: tienen una economía de transición de formas de economía de subsistencia a una economía de mercado. Su producción varia d acuerdo a su piso ecológico por lo que se produce desde aguacates hasta papas. También elaboran artesanías en masapan.
Gastronomía: el choclo es consumido en gran cantidad al igual que el cerdo: fritada, cueros, chicharrones. Caldo de 30, mote
Fiestas:
· Huasipichay: es la única festividad de carácter aborigen
· Celebraciones religiosas: Fiesta de la Inmaculada, San Jose, Corupus Cristi y Navidad
· Fiesta de parroquialización: 28 de Julio al 12 de Agosto dodnde hacen pregones, eventos artísticos cuñturales y deportivos.
Turismo: cráter del Pululahua, quebrada de los choclos, cerro Haló y Pasochoa, aguas termales del Tingo La Merced. Además de las fiestas populares. Artesanía en mazapan.
Situación actual: existe una fuerte migración hacia España de personas desde los 17 y 45 años de edad. Además otro problema como la pérdida de la cultura.
Rituales funerarios de los Quitus
Unos hoyos, de hasta 20 metros de profundidad, albergan a los muertos de la tribu de los quitus, localizados en excavaciones arqueológicas en un barrio periférico de Quito, que dejan al descubierto su apoteósica cultura.
Convertido en el "Museo de La Florida" -el barrio donde descubrieron las cámaras-, el centro funerario data del año 800 de nuestra era, mucho antes de la llegada a la capital ecuatoriana de los incas en el 1500 y de los españoles en 1534.
Los quitus perduraron como pueblo durante el periodo de "integración" de culturas en Ecuador y formaron una pequeña y próspera civilización en las mesetas y valles aledaños a lo que ahora es la capital ecuatoriana, indicó el arqueólogo Holguer Jara.
Una zona que el experto consideró que es y fue privilegiada, pues estaba rodeada de montañas, dominada por el macizo que forman los volcanes Guagua y Ruco Pichincha, la laguna de Iñaquito y los valles aledaños.
Esa estratificación geográfica fue aprovechada por los quitus para representar su cosmovisión: La altura de las montañas para la divinidad, la meseta para los centros funerarios, el valle para la actividad cotidiana y la laguna para "lo escondido, el temor", detalla el arqueólogo.
La laguna de Iñaquito sucumbió y en ese lugar ahora se levanta el aeropuerto de la capital ecuatoriana, que será reemplazado por otro que se construye en uno de los valles aledaños a la ciudad.
Para Jara, el hecho de que las zonas funerarias y ceremoniales de los quitus no hayan sido conocidas en el pasado es una "buena cosa", porque las pudo preservar de saqueos; sin embargo, también estuvo oculto por mucho tiempo "el origen y la identidad" de los quiteños.
Esta cultura se relacionó con la tribu de los yumbos, asentada en el noroeste de la ciudad, también sorprendente porque fue el nexo comercial entre la sierra andina y la costa, y por su formidable conocimiento astrológico.
Ese vínculo permitió que los quitus contarán con la concha espóndilus, extraída del mar en las costas de las provincias de Manabí y Santa Elena, al oeste, que incluso se exportó a Argentina, Chile, Perú, Colombia y hasta México.
Las conchas fueron labradas por hábiles artesanos quitus para adornar los ponchos funerarios con los que se encontraron los restos de las excavaciones en el barrio de La Florida.
Los indígenas cavaron hoyos de hasta 20 metros de profundidad, de unos tres metros de ancho, que en sus bases presentaban tres niveles para alojar a los muertos.
Los fallecidos eran colocados en cuclillas, envueltos en telas y adornados con ponchos y joyas.
En el nivel más bajo se colocaban cuatro cadáveres y seis en los otros dos niveles, junto con vasijas de barro con "chicha", una bebida elaborada con la fermentación del maíz, y adornos de orfebrería.
Y es que los quitus, como muchas otras culturas, creían que después de la muerte existía otra realidad y que sus muertos necesitarían objetos para entrar en ella.
"Estamos ante una de las evidencias más importantes vinculadas con el gran interrogante de la humanidad: ¿A dónde vamos después de la vida?", apuntó Jara, quien incluso cree que la posición de los muertos tenía como objetivo "devolver los cuerpos a la Madre Tierra".
El museo incluye recreaciones de los rostros de un hombre y una mujer. La figura femenina fue elaborada con modernas técnicas forenses a partir de un cráneo encontrado en las excavaciones.
La mujer está adornada con un poncho recubierto de pequeños botones tallados de concha espóndilus y de caracoles, así como objetos de orfebrería como aretes, prendedores, collares, lanzadardos para cacería y "sonajeras", lo que refleja que los quitus eran "un pueblo alegre y festivo", dijo el arqueólogo.
Jara atribuye el interés por la espóndilus a asuntos más religiosos que comerciales, ya que, "más que el oro y la plata, para estos pueblos tenía un valor especial esta concha" en sus ritos.
Los quitus, un pueblo agrícola y próspero, según Jara, fueron durante mucho tiempo olvidados y algunos historiadores dudaron incluso de su existencia, pero ahora, subrayó el arquólogo, son "las raíces más profundas de nuestro pasado, de ese hombre prehispánico" que fulguró en los Andes.
LOS QUITUS - RESEÑA HISTORICA
Los Quitus fueron conquistados por los Caras, que habitaban por el año 1000 de la era cristiana, las costas de Manabí y que remontando la cordillera occidental de los Andes encabezados por Shyri Caran se establecieron a los pies del Pichincha.
Adoraban al sol y a la luna. En Quito construyeron un templo a la luna en lo que hoy es el barrio de San Juan y otro dedicado al sol en la elevación conocida como Panecillo. El templo al sol era cuadrada, todo de piedra labrada con bastante perfección, con cubierta piramidal, con una puerta abierta hacia el oriente acompañada de dos altas columnas que eran los observatorios de los solsticios para la regulación del año solar. Pusieron además 12 pilastras en contorno del templo, que eran otros tantos gnomones para señalar por su orden el primer día de cada mes.
A diferencia de los Quitus, que enterraban a sus muertos abriendo sepulturas en el suelos, los Shyris colocaban el cadáver en la superficie, en un lugar alejado de las poblaciones, y colocaban en su contorno las armas y alhajas de su mayor estimación. Concluida la ceremonia fúnebre, fabricaban a su alrededor un panel bajo de piedras brutas cubriéndolas en una especie de bóveda a modo de horno cargando encima piedra y tierra que se conocía como tola.
Su gobierno, nombrado por la Junta de Señores del reino, estaba marcado por la ley de la sucesión, se nominaba como Shyris a los hijos varones con entera exclusión de las hijas, y a falta de hijos, los sobrinos hijos de hermanas. El Shyri, cuya insignia era una gran esmeralda colocada sobre la frente, se casaba con una sola mujer y podía tener el número que quisiese de concubinas. Los asuntos de guerra y materias graves de estado que resolvía el Shyri, no podían ponerse en ejercicio sin la aprobación de dicha Junta y la y a su vez ésta no podía resolver sin la aprobación del Shyri.
Usaban una especie de escritura similar a los quipus peruanos. Se reducía a ciertos archivos o depósitos hechos de madera, de piedra o de barro, con diversas separaciones en las cuales colocaban piedrecillas de distintos tamaños, colores y figuras angulares. Con las diversas combinaciones registraban sus hechos y formaban cuentas de todo.
Fueron diestros en hacer tejidos de algodón y lana pero mucho más en curtir las pieles, y se supone son los inventores de labrar las piedras más duras, como las esmeraldas, por haberse establecido primeramente en la región de Manabí y Esmeraldas.
Mediante conquistas, los territorios de los Shyris se extendieron por el Norte hasta Cayambi, Otavalo, Dacha y Tusa (hoy provincias de Imbabura y Carchi) y por el Sur hasta las tierras de Llactacunga (hoy provincia de Cotopaxi) y más tarde, con el matrimonio de Toa y Duchicela, se anexa a los Puruhaes (hoy provincia del Chimborazo), y llegaron a dominar hasta la tierra de los Huancabambas.
En el reinado de Hualcopo Duchicela, Shyri 14, hacia 1450, el Reino de Quitu empezó desmembrarse, el Inca Tupac Yupanqui emprendía su campaña de conquistas. El Reino de Quitu fue conquistado por el inca no sin antes presentar una férrea defensa de los ejércitos comandados por Epiclachima.
A Hualcopo Duchicela le sucedió su primogénito Cacha, quien procuró recuperar los territorios perdidos por su padre y encontró obstinada resistencia por parte de los Cañaris adeptos a la dominación Inca.
Cacha tuvo una sola hija, llamada Pacha, a quien casó con Huayna Capac, sellándose así la conquista del Reino de Quito y la extensión del Tahuantinsuyu.
Pacha y Huayna Capac tuvieron dos hijos: Atahualpa y Huáscar. A la muerte de Huayna Capac se dividió el territorio de los Incas mientras, desde el viejo continente, hombres barbados con la cruz y la espada se hacían a la mar. Empezaba la historia de esclavitud, genocidio y despojo que resultó ser la Conquista de los españoles.
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